CÓMO SERÁ EL AÑO 2016 PARA ESCORPIO




Entre el misterio que implica conocer de antemano tu esencia y la inestabilidad que te da ser tan emocional, avanzarte lo que puede ser un año para ti Escorpio se convierte en todo un ejercicio de atrevimiento y de riesgo. Como contigo lo que funcionan son los extremos, habrá que pensar que estás esperando un “será bueno” o “será malo”, pero no, aquí no hay ni ruleta rusa ni se tiran los dados para ver si sale rojo o negro, aunque en todo caso se acertaría porque esos son dos colores que a ti te gustan mucho.

Vayamos por partes y confiemos en que tu inteligencia interpretará correctamente, leerá entre líneas lo que no está escrito y sobre todo asumirá que tratándose de un signo tan potente, fácil nunca es nada, pero ¿quién dijo que quería que fuese fácil? Tú seguro que no, Escorpio. A ti lo fácil no te va, complicar las cosas sí, pero que lleguen ya fáciles, como blanditas, como que no. Tampoco te importa si llegan muchas así, de las flojas y asumibles, no es lo que quieres ni lo que te hace crecer, pero bueno, te dejan más tranquilo: un problema menos para solucionar, una batalla menos que pelear, un asunto que tiene que estar pero sobre el que no hay que profundizar. Vale… siguiente.


A ver, ¿qué decirle a alguien de lo que va a ser su año cuando se trata de Escorpio, un signo que sabe perfectamente lo que es y donde está? Un signo que tiene tanto control de lo que le rodea que hasta podría manejar él mismo los planetas para situarlos donde quisiera. Esto es exagerar, claro, nadie tiene tanto poder ni puede modificar las circunstancias pero Escorpio sería uno de los que más papeletas tendría para conseguirlo. Ahora de lo que se trata, querido Escorpio, es de darte unas claves para que, además de seguir con ese duro control de tu vida, seas también capaz de controlar la parte más negativa que hay en ti para que no te complique la existencia, pero sobre todo, para poder construir donde podrías arrasar si te lo propusieses. Y cuando se habla de arrasar toma bien nota de algo: hay unos primeros meses del año en los que vas a sentir que te sales, del cuadro, de ti mismo y de la propia Tierra si no te frenas. Se trata de una energía extrema que calentará toda tu existencia y la pondrá patas arriba, con lo bueno y con lo malo: jornadas de trabajo imparables entre proyectos que iniciarás y otros que consolidarás, pero en todos ellos existirá un denominador común que será el de que te mueves siempre hacia adelante, dando no un paso sino hasta diez de más de donde estabas; y relaciones ardientes que podrán quemarte tanto si las llevas a las sábanas como si las mantienes sin tener una razón para ello. Y de todas ellas se derivará una existencia entre peleas y reconciliaciones. No es lo mejor pero es una existencia como otra, y que nadie te diga nada, Escorpio, porque le contestarás que es lo que hay. Aunque podrías extenderte y decirle que es que no sabes hacerlo de otra manera, y que tampoco te cambiarías por nadie, sobre por todo por algunas vidas aburridas que tú conoces y que están perfectamente limpias, planchadas y colgadas en la percha para ser vividas por sus dueños ¡Qué horror! Tú prefieres ese vivir al borde del precipicio o abajo del todo, donde estás oscuro y hace frio, pero es tu medio y para ti no es malo. Ya quisieras ver a algunos acomodados en el optimismo perenne y los saltos de alegría, cómo asumirían cuando vienen mal dadas. Pues tú ya lo sabes, y cuando llegan, sabes qué hacer. Aunque duela y te afecte, pero sabes qué hacer y no te quedas parado y embobado esperando que caiga un ángel del cielo a elevarte sobre el problema.



Eso sí, hay veces que a pesar del control, de la experiencia, de saber bien qué hacer, te sientes explotar, todo te afecta y lo tienes que apartar con toda la debilidad del mundo pero para poder ser tú y seguir fuerte. Son esas veces en las que lo que sientes, por quien lo sientes y cómo lo sientes te obligan a cerrar la puerta con llave y recomponer tu armadura, aunque no tardas mucho en volver porque necesitas sentirte de nuevo al borde, porque amas las sensaciones que la vida te ofrece, las necesitas y no puedes vivir sin ellas, y en el fondo piensas que eres un privilegiado. Y cada reencuentro es lo más. Y cuando alguien te dice, las pocas veces que te abres para hablar de lo que sientes, que tu forma de llevar las relaciones de forma tan intensa, ahora arriba, ahora abajo, siempre al límite en cuanto a sentir, pero en el nivel más alto, cuando ese alguien te dice que ese camino no hace relaciones constructivas, con futuro, tú seguramente le dirás que no sabes hacerlo de otra forma, o mejor dicho, que es tú no haces nada, sale así y que aunque sabes que es un cielo y un infierno, te costaría elegir entre ellos. Los quieres los dos y uno es mejor porque existe el otro, y el otro es peor porque existe el otro. Y no hay más.