¿QUÉ ES LA MODALIDAD DE LOS SIGNOS?

Los signos del Zodiaco están divididos en grupos de cuatro, generando tres modalidades: Cardinales, fijos y mutables. 
Cada una de estas modalidades, le otorga a los signos ciertas características en común, que conforman parte de su personalidad.



SIGNOS CARDINALES: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio.
Los cuatro tienen talento natural para dirigir, son los líderes natos del Zodiaco. Son iniciadores, inquietos, mandones, inteligentes y de carácter fuerte. El resto de los signos tiende a “seguirlos”. Como buenos líderes, siempre tratarán de imponer sus ideas. Por lo tanto, es muy probable que cuando hay dos o más signos cardinales juntos, se produzca un choque de egos; los cuatro querrán imponer su santa voluntad.

SIGNOS FIJOS: Tauro, Leo, Escorpio y Acuario.
Se sitúan exactamente un lugar a la derecha de los signos cardinales. Las dos parejas a su vez, son signos opuestos-complementarios (Tauro/Escorpio y Leo/Acuario).


Los cuatro tienden a permanecer inamovibles. Son un tanto rígidos, inflexibles, rutinarios, poco susceptibles al cambio, tercos, obstinados, poco arriesgados y difíciles de contradecir; pero también son decididos, determinados y muy perseverantes. Si tienen una idea en mente, nada los hará cambiar de opinión. Y si por alguna razón logras hacerlos cambiar, deberás estar consciente de que mantendrán ese cambio para siempre y no habrá vuelta atrás.

SIGNOS MUTABLES: Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis.
Se sitúan exactamente un lugar a la derecha de los signos fijos. Las dos parejas a su vez, son signos opuestos-complementarios (Géminis/Sagitario y Virgo/Piscis).



Los cuatro tienen talento natural para adaptarse a las situaciones que se les presentan. Suelen ser empáticos, comprensivos, versátiles, multifacéticos, poco confrontativos y en ocasiones volubles, indecisos y temperamentales. Les gusta entablar relaciones con todo tipo de personas, desde los más conservadores hasta los más excéntricos. Digamos que saben adecuarse, para mantener la armonía.
No hay que olvidar que cada signo pertenece a un elemento distinto, por lo tanto, cada uno expresará a su modo sus características en común.