El abrazo es indispensable y está presente siempre en los grandes acontecimientos humanos, mantiene un buen estado anímico, de salud mental, física y espiritual.
Cuando las personas nos encontramos en un período difícil de la vida lo que más necesitamos es eso, un abrazo.
Aunque el lenguaje del abrazo es universal, suele decirse que a través del mismo se manifiestan muchos rasgos astrológicos que nos indican el signo de quien nos está abrazando.
Además, no podemos olvidar que todos tenemos un poco de cada signo y de la influencia que ejercen el Sol, la Luna y los planetas en nuestra Carta Natal.
Tal vez tú seas Virgo, pero abraces como Cáncer, o seas Aries pero abraces como un Piscis...
¡descúbrelo a continuación!
Aries:
Su abrazo es espontáneo, impulsivo, directo, fuerte, apretado, pero breve. En ese contacto lo dan todo, pero a diferencia de otros signos que prolongan el tiempo del abrazo, los arianos lo acortan, pero no por eso dejan de trasmitir una gran intensidad en el mismo. La economía de tiempo no indica falta de afecto o cariño, sino simplemente la facultad de concentrar en unos segundos toda la amistad que inspira la persona que tienen frente a ellos y que les dice “¡adelante, tú puedes”.
Tauro:
El abrazo taurano es prolongado. Abraza con todo el cuerpo, demora el tiempo de separación como si nunca quisiera que se acabara. Muchos tauranos hablan mientras abrazan y le reafirman a la persona como la estiman y quieren. Es el gesto cariñoso, cálido y tierno. Generalmente apoyan la cabeza en el cuello y el hombro de la otra persona, un reflejo afectuoso de la parte del cuerpo que rige su signo y no solamente reconforta a quien lo recibe sino le estimula a salir adelante de cualquier situación difícil.
Géminis:
Este es el abrazo con palabras. No podía ser de otra manera en un signo elocuente y versátil. Para los geminianos no basta solamente abrazar y al hacerlo reiteran oralmente lo que desean manifestar cálidamente en su expresión amistosa. Con esa actitud tratan de infundir confianza, seguridad y tranquilidad en la otra persona, y como buenos “mercurianos” ¡no pueden quedarse callados! Recibir el abrazo geminiano suele devolver la confianza perdida.
Cáncer:
Este es el abrazo más maternal de todo. Te abraza, te da palmaditas o acaricia la espalda como una mamá a su bebito. Es muy cálido y amoroso. Los cancerianos saben que no hace falta hablar para expresar todo lo que se siente en el Ser interno, y con un toque, una mirada, un gesto y ese abrazo típico logran lo que quieren conseguir. Es como si estuviera diciendo “no te preocupes, aquí tienes a tu madre, o a tu padre”. Cuando se recibe, se siente en el corazón ese toque de ternura.
Leo:
Este es el abrazo “flamboyante”, exagerado, que atrae la atención de todos. Te espera literalmente con los brazos abiertos para hacer una gran demostración de afecto y cariño, ¡es el típico “abrazo del oso”! Mírenlos en un aeropuerto, podrán identificarlos enseguida porque son los que más sobresalen, parecen estar diciéndole a todo el mundo “¡No se metan con él, es mi amigo”! Quien recibe el abrazo Leo se siente protegido, seguro, con un gran amigo.
Virgo:
Este es un abrazo que inicialmente comienza algo tímido, pero que se va profundizando. El toque discreto y reservado de Virgo no le impide manifestar su emoción, pero el primer contacto tiende a ser más bien mesurado, después, profundiza y demuestra sus sentimientos con naturalidad y encanto. Sabe abrazar con delicadeza y al mismo tiempo con ternura. Sin hablar dice lo que siente. Infunde fuerza interior a quien recibe el abrazo y le ayuda a ver su situación presente con más calma y serenidad.
Libra:
Este es el abrazo "con clase" y al mismo tiempo con sentimiento. Un abrazo elegante, en la forma de abrir los brazos y estrechar a la persona abrazada, pero sin dejar de ser cálido, tierno y lleno de sensibilidad. Para los libranos no se concibe la reunión social sin el abrazo de despedida, pero como son un signo de equilibrio y balanza saben hacer con mucho tacto lo que mejor conviene en cada momento. Quien lo recibe se siente halagado, distinguido, y muy querido.
Escorpión:
No se conforma con un abrazo, después del primer abrazo se separa un poco y te mira a los ojos, sonríe, y vuelve por el segundo abrazo. A pesar de la reputación que tienen los escorpiones de ser el signo sexual por antonomasia, a la hora de dar su abrazo sincero de amigos lo hacen con todo desinterés e inocencia. Profundo como su signo, ciertamente, pero sano y cargado de buenas vibraciones. Recibir un buen abrazo escorpiónido es estimulante para todo el cuerpo, la mente y el espíritu.
Sagitario:
Los abrazos sagitarianos son efusivos y deportivos, como los que se dan los futbolistas cuando ganan un partido, o para estimular al amigo que perdió el gol. Es un gesto muy espontáneo y fraternal, desinhibido y abierto que muestra la sinceridad de este signo vital que detesta las hipocresías y dobles caras. Cuando un sagitariano te abraza es porque verdaderamente desea hacerlo. Al separarte te sientes lleno de vitalidad y con más fe en la vida.
Capricornio:
Este tipo de abrazo es el de seguridad y apoyo. Los capricornianos quieren expresarle a quienes abrazan que “están con ellos” y ese gesto amigo es parte de su responsabilidad como tales. Para este signo es muy importante que esta expresión sincera de su personalidad indique claramente su disposición a dar ese paso extra para ayudarles a salir de una situación difícil, siempre y cuando quien reciba ese apoyo sepa aprovecharlo. Te infunde seguridad en ti mismo.
Acuario:
Este es el abrazo por el abrazo. Como representantes de la universal y humanitaria Era de Acuario, no hay límites para las “abrazaderas”. Los acuarianos abrazan de derecha e izquierda, indiscriminadamente, demostrando a todos su naturaleza filantrópica. Es reconfortante su contacto y la alegría es contagiosa. Sus manifestaciones de amistad parecen decir “somos una gran familia humana”. Te hace sentir grande, expansivo, como el mismo Universo.
Piscis:
Este es el abrazo “místico” por excelencia. En ese gesto el pisciano, o la pisciana, quiere descubrir tu Ser Interno y al mismo tiempo demostrarte no solamente afecto sino comprensión, compasión y entendimiento. No es hablado, sino más bien sentido. Aunque no se den cuenta, tratan inconscientemente de trasmitir un mensaje espiritual, subliminal, profundo, que vaya mucho más allá del contacto físico y trascienda barreras y fronteras. Al recibirlo comprendes que siempre podrás salir bien de cualquier dificultad si tienes fe en ti mismo.