El temor a la muerte es uno de los más extendidos del ser humano tal vez por ser la única realidad que nos tocará a todos inexorablemente.
A la naturaleza familiar y amorosa de los cancerianos les aterra desaparecer y dejar atrás la familia.
Cuando el miedo es a la muerte, en si, o sea, al acto de morirse, se llama tanatofobia, pero existe otra fobia, que es el miedo irracional a las cosas muertas, ataúdes, cadáveres, animales muertos en cuyo caso se le llama necrofobia.
Es muy sensible y depende del afecto que recibe de los demás para vivir seguro y su temor es justamente, perder ese afecto.
Cuando se siente amenazado, se encierra en su caparazón.
Cómo superarlo: Para recuperar su paz interior debe aprender a confiar en sí mismo, y recordar que cuanto más se encierra, más se aleja de los demás.