Cuando Aries presenta su aspecto positivo, tienes frente a ti a un ser humano dinámico y activo, aventurero y enérgico, temerario y valiente, osado, entusiasta, con mucha chispa y capacidad para dirigir y mandar a los demás.
El encuentro peligroso ocurre cuando ese ariano o ariana muestra su lado negativo, en ese caso se vuelve dominante y egoísta, impaciente, impulsivo y voluntarioso, empecinado en tener siempre la razón y querer hacer las cosas a su manera, sin escuchar consejos ni recomendaciones.
Esta relación exige de ti que te sometas, seas dócil, no hagas valer tus derechos y actúes de forma sumisa.
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