– Seheiah protege especialmente a los que nacieron entre el 3 y el 7 de agosto. Perteneciente a la jerarquía de la Dominación, su color es el sereno azul y su piedra el zafiro, que refuerza nuestra salud y bienestar físico. Este ángel cuida de la salud en general y procura que la vida de sus protegidos sea larga y apacible.
Los que cuentan con su presencia cercana poseen generalmente el don de la curación y, gracias también a esta benéfica influencia, saben aplicar juicios correctos guiados por la prudencia.
– Reiiel, (o Reiyel), guarda a los que han nacido entre el 8 y el 13 de agosto y está situado dentro del Coro conocido como Dominaciones. Sus colores son el rojo y el naranja y su piedra el rubí. Reiiel aporta la búsqueda de la verdad mediante la meditación para así obtener libertad espiritual.
Este ángel protege de los enemigos, de las malas influencias y de las intenciones dañinas. La meditación dirigida a él ayuda a ver la realidad y a liberarse de lo que no conviene.
– Omael pertenece también al Coro de la Dominación y su color es el naranja al igual que el rojo. Su piedra asociada es el rubí y es un ángel que aporta paciencia y tranquilidad para esperar si es necesario.En cuanto a las personas que se hallan bajo su halo, serán aquellos que hayan nacido entre el 14 y el 18 de agosto.
Acude a Omael si necesitas serenidad para acometer un periodo de tu vida o simplemente para aguardar lo que ha de venir. Los que que hallan bajo su mirada suelen destacar en medicina y en química, sobre todo en cirugía e investigación. Estas personas, por otra parte, también son capaces de transmitir tranquilidad a los demás.
– Lecabel te rige si celebras tu cumpleaños entre el 19 y el 23 de agosto. Este ángel, que se encuentra entre los que pertenecen al Coro de la Dominación, tiene como color el dorado y como piedra vinculada el diamante. Lecabel aporta capacidad para razonar ante cualquier circunstancia que se presente, incluso ante las que afecta de forma importante a las emociones.
Los nacidos en estos días tienden a estudiar ciencias exactas porque les apasiona resolver problemas que requieran del uso del intelecto. Eso si, a veces deberían evitar que el razonamiento se imponga sobre el corazón.